La palomilla del tomate se considera una plaga ex- tremadamente peligrosa y de importancia cuarente- naria mundial, ya que ocasiona pérdidas de hasta un 90%, tiene alto potencial reproductivo y puede llegar a 12 generaciones al año. Está presente en gran par- te de América del Sur, Europa, Asia y África.
La planta huésped principal es el tomate, aunque este insecto también puede llegar a atacar a papa, berenjena y chile.
Los hospedantes alternantes de la palomilla del tomate son: toloache, tomate sil- vestre, tabaco silvestre, trompillo y hierba mora.
Daño en tallos: Las larvas se introducen a los tallos por las yemas terminales, ocasionando galerías o túneles.
Daño en hojas: Los daños en las hojas son del tipo de los minadores, con la diferencia que se comen todo el mesófilo dejando sólo la epidermis lo que ocasiona el envejecimiento prematuro. Las larvas son fácilmente vistas a contraluz.
Daño en frutos: Los frutos son dañados desde que están recién cuajados. Puede afectar cualquier punto de los mismos, aunque se da una preferen- cia por la zona protegida del cáliz. Las galerías per- miten la entrada de hongos patógenos.
Las larvas pasan por cuatro estadíos larvarios llegando al final del último con una longitud de 7,5 mm y son de color verdoso con manchas rosadas.
Los adultos presentan antenas filiformes, cabeza, tórax, palpo y alas de tonos grises con manchas negras. Las hembras tienen el tórax más ancho que el macho. La longitud de las alas anteriores es de 4.5 a 4.7 mm.